22 de mayo de 2012

Que vuelvan

Después de volver a una discoteque santiaguina tras muchos años de ausencia, He decidido dar mi total apoyo y soporte a la campaña que vuelvan los lentos. Las cosas eran tanto más faciles , una mirada una caricia y estábamos. Pero para mi los lentos tambien significaron tortuosos y dramáticos malentendidos en mi época escolar.
A mis catorce y juveniles años yo tenía una estatura superior a la media (situación que se sigue dando pero ahora acompañado con una sexi y varonil pancita), lo que hacía que mis parejas, todas mujeres varias cabezas mas pequeñas que yo, se tuvieran encaramar y  apoyas sus brazos sobre mi cuello , muchas parecían que estuvieran elongando más que bailando. A esta situación tragicómica hay que agregarle mi coordinación digna de borracho que hacía que las damitas hicieran unas muecas faciales poco femeninas y menos a tan pocos centímetros mis ojos de sus rostros.  Aunque los tiempos no fueran lo ideal era una moda digna de recordar.
Los dejo con esta campaña de Doritos inigualable.


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